sábado, 30 de mayo de 2015

madrugar

seis y cuarto de la mañana, arriba. todos los dias para ir a trabajar, y hoy sabado, la chiquitita me levanto temprano. no se cuanto hace que no duermo 8 horas, no seguidas, eh, no pido milagros, cortadas. debe hacer un mes aprox. tengo un cansancio basal que me banco solamente porque no tengo de que quejarme, pero que me mantiene al limite, una gota cae y yo exploto.
las noches se transformaron en un ir y venir, el otro se pasa, siempre durmio solo y ahora abro un ojo y lo tengo durmiendo conmigo. entonces , o me despierto porque no tengo lugar, me levanto, lo llevo a su cama (22 kilos) o me despierto cuando escucho a la chiquita, entonces, lo llevo a el a su cama y la traigo a ella, para darle teta. hay dias, como anoche, que la tipa se pone incordiosa y tengo que dormirla a upa mio, yo parada, porque sino llora a los gritos. yo la dejaria llorar eh, pero despierta al otro  y bueh, se hace lo que se puede.y quisiera poder escribir, pero ahora si que no tengo tiempo. me voy a jugar con la tiquita, queme agarra las manos mientras escribo

miércoles, 20 de mayo de 2015

la gata y mi histeria

hace un par de meses apareció una gatita en el patio. no solo apareció. mi marido fue a buscar a mi nene al jardín y vio unos gatitos que habían abandonado. a las cinco horas ve uno en nuestro patio. a ver, el jardín queda aprox. dos km. de casa, la gatita tenia los bigotes quemados, así que asumimos que vino en el motor del auto. ya se, una locura. como dijo mi amiga, la gata de Cabo de miedo. en fin, se quedo.
aclaro que no me gustan los gatos, pero se veía tan pequeña, bonita, Ivan se enamoro enseguida. en fin, a los dos días la tenia en mi cama, así que empezó la lucha porque no pienso dormir con un gato. (dormí 7 años con un gran danes, pero ahora no quiero)
logre sacarla de mi cama, pero la maldita empezó a morderme los pies a la madrugada cunado me levantaba a darle el pecho a Lu, empezó a hacer piz en cualquier lado menos en sus piedritas, así que yo empece una guerra con la gata, confieso que una vez al segundo mordiscon en mis pies descalzos le pegue una patadita y la gata voló medio metro, ante la mirada reprobatoria de mi marido que ama los animales,  pero ella estaba chocha, pensaba que jugaba. En fin, dos meses después de su llegada, pasamos a Lu a la habitación de Ivan, a su cunita, y la primera noche me levanto a verla, la gata durmiendo con ella. Ahí se acabo mi paciencia y la desterré al patio definitivamente.
El tema es que ayer, mientras me tomaba una copa de vino y me fumaba un cigarrillo, ya todos dormidos, apoyada en la ventana de la puerta, la escuchaba maullar pidiendo entrar y me dio una lastima terrible. Eso me pasa, no quiero que viva adentro pero me da lastima que viva afuera.
mi histeria en lo mas cotidiano