jueves, 8 de agosto de 2013

El moño

El otro día, en medio del desarmadero de cajas de la mudanza, mi nene apareció con un moño de cuello, soy tan ignorante para algunas cosas, como se llama? El moñito que va en el cuello de las camisas, en lugar de la corbata? Tendrá un nombre especifico? Bueno, de acá en adelante léase “el moño” Le dije a mi nene “tene cuidado! Ese moño es muy importante!” Saben por qué? Mi papa, además de vendedor, gasista, arreglatuti, artista, es mozo. Pero mozo de los de verdad, de los de antes. Cuando era un oficio ser mozo, cuando había que saber para hacerlo. De esos mozos que se saben cómo está preparado todo el menú, que te venden los platos , que te hacen sentir cómodos, que saben cuando hablar y cuando callarse, esos mozos que hacen que uno vuelva a un restaurant solo para ser bien atendido. Mi papa es de esos mozos, ya no ejerce, solo de vez en cuando y para dar una mano, obviamente en cada reunión familiar o de amigos, queda encargado de trinchar la carne, cortar las tortas, sacar la cuenta de la bebida, organizarnos, largar cerveza tirada… En todos esos años, el moño estaba ahí, en su cuello, orgulloso. Orgulloso de laburar los viernes y sábados a la noche después de hacerlo toda la semana, para levantar la que hoy es nuestra casa. De esa época pasaron muchos años, y el moño quedo en algún rincón del placard, pero protegido del moho y la humedad, siempre listo para una próxima ronda. Mi marido es músico, y la próxima ronda llego hace un par de años, para dos conciertos de la sinfónica provincial de Bahia Blanca, en la que Marian toco. Necesitaba un moño, y ahí estaba el, el moño, inquieto, ansioso, esperando ser elegido. Y fue elegido y llegaron las noches en el teatro municipal, y ahí estaba el moño, derecho, orgulloso, sintiendo el roce de la viola, tratando de no hacer ruido, tratando de disfrutarlo, quien hubiera dicho, después de tantos años en el placard, que iba a salir para ser dirigido por el director del Colon? Por eso disimuladamente se lo saque a mi nene, y volví a guardarlo en mi placard. Es muy importante ese moño para mi, tiene mucho de símbolo, mucho de esfuerzo, de lealtad, mucho de… si un simple moño pudo hacer tanto, y aun espera la próxima ronda, que nos queda a nosotros? Cuantas rondas tenemos por vivir? No es una de las cosas fantásticas de la vida, el nunca saber que hay a la vuelta de la esquina?

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