Balance

El maldito balance de fin de año, uno lo hace aunque no quiera, aunque sea una medida impuesta por nosotros mismos, aunque la vida sea absolutamente la misma el 2 de Enero.
Fue un año pesado, no paso nada malo, al contrario, todas buenas, pero estoy cansada, muy cansada. Dicen que es la maternidad, los primeros dos años son un desgaste de energía increíble, a veces me levanto cuando ya creía que no iba a poder hacerlo, de algún lado saco las fuerzas y sigo.
Y haciendo un recuento no tuve momentos malos, fui feliz la mayoría del tiempo, diría que todos los días un ratito, lo que es ya decir demasiado, no paso ninguna desgracia, no nos enfermamos, se cerraron círculos y se abrieron otros. Nació mi segundo sobrino, toda la flia está sana, entera. Este año hubo muy poco hospital, eso es bueno también.
Viene Navidad con todo ese sentimiento a cuesta que me genera, la energía en el aire, tanta gente sintiendo lo mismo, y lo único que pido para el año que viene es poder disfrutar de todo, que mi maldita personalidad no me muestre the dark side, quiero ser estúpidamente feliz ya que tengo todo para serlo.