Minimalismo y salud mental

El lunes M me dijo que apostemos al minimalismo, (me hizo acordar de Wanda Wolf ) y acá estamos tirando cosas desde el lunes. Es increíble la cantidad de cosas que uno puede acumular, cosas sin ningún fin útil, o cosas que guardamos "por las dudas si en algún momento las necesito". Muchas porquerías, decenas de revistas mil veces releídas, cacharrros de cocina en mal estado, ropa que no me entra, ropa que me entra pero que hace 8 años que no uso, millones de cosas chiquititas que fuimos poniendo arriba de los muebles para que no se ahogue Ivan, y con el tiempo nos acostumbramos a sacarlos para limpiar y después lo volvíamos a poner en el mismo lugar, CD rayados, cargadores de celulares que ya no tenemos, en fin... Ya vendimos una heladera que nunca usamos y seguía ahí por si en algún momento nos servía, y falta deshacerse del TV que no anda y esta juntando tierra en el lavadero (era de mi tío que murió hace años y como un homenaje a su locura, yo guardo su TV aunque hace tiempo que no funciona,) pero ya le pedí permiso a mi papa, (su hermano), y a mi propia locura y estamos todos de acuerdo, lo podemos tirar.
Lo loco de todo esto es que a medida que organizamos la casa y nos deshacemos de trastos viejos, se me va acomodando la cabeza, parece que también empieza a tener lugar para pensamientos nuevos, mas limpios, mas ordenados, y es una sensacion muy agradable, para cualquiera debe ser algo cotidiano, para mi, que soy el desorden personificado, es una brisa de aire fresco.
Me hizo acordar a los psicólogos del 90 que preguntaban cuando eramos adolescentes ¿Como tenes tu placard? Aparentemente encontraban una conexion entre el desorden de los placares y el desorden de nuestras cabezas. No creo que sea tan así, lo único que se es que con menos porquerías dando vueltas por la casa, además de que va a ser mas fácil vivir, me siento mas liviana.