lunes, 20 de mayo de 2013

Sierra

Pasamos el fin de semana en Sierra de la Ventana, y fue muy loco porque fue como un finde de aprendizaje. Primero fue raro viajar y quedarnos a dormir en otro lado sin preocuparnos por la perra, fue una sensacion de libertad, después fue raro quedarme sola con mi suegra, M tenia un campamento a tres km de donde paramos nosotros, así que lo vi por ratitos. Fue una lección de paciencia convivir con otra persona, yo tengo mis tiempos y me pongo complicada, pero creo que me fue bastante bien. Dormí con mi bebe, creo que salvo alguna vez cuando tenia 6 meses, nunca había dormido con el. Me pateo un poco, pero durmió de su lado, y yo del mio. Comí mucho, mi suegra es descendiente de tanos y cocina abundante y rico, y yo me deje llevar. Ivan camino a lo loco, solamente el sábado por la tarde, ya se había hecho de noche y habiamos caminado mas de 15 cuadras, me pidio a upa. Faltaban 600 m, pero en subida, ripio, en fin, mi brazo no aguanta 16 kilos así que lo cargue en los hombros y sobrevivimos.
Me morí un poco de frío con las converse, definitivamente tengo que comprarme alguna zapatilla o bota mas acorde, mas abrigada, con mas suela. Mi nene ligo unas botas tipo trekking, mortales, que le vinieron bárbaro. El domingo llovió, un ratito lo deje jugar bajo la lluvia, después lo seque y lo cambie, pero hacia mucho frió, espero no se enferme. Pero no podía privarlo de saltar en los charcos, darle de comer a las calandrias, a los gatitos, que se yo.
Y yo dormí mucho, respire mucho, descanse, me hace tan bien caminar en ese lugar. El domingo a la mañana fui a comprar carne para hacer asado y deje a Ivan con su abuela, y camine hasta la despensa, 5 cuadras ponele, bajo la lluvia, despacio, disfrutando los ruiditos, el olor, los arboles, la tierra bajo mis pies, las sierras escondidas tras las nubes, todo.

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